domingo, 18 de junio de 2017

Las Quituteras

OUR COMPANY IS CHARACTERIZED BY THE HIGH QUALITY OF YOUR SERVICE AND BY
WE OFFER A PERFECT BALANCE BETWEEN QUALITY-PRECIO.ES A COMPANY
THAT OFFERS YOU THE INFRASTRUCTURE ADAPTED TO ADAPT TO WHAT YOU ALWAYS HAD DESIRED. IN SHE YOU WILL FIND AN EXCELLENT WORK PROVIDED BY A TEAM OF PROFESSIONALS. NOW WE INTRODUCE PHOTOS WITH SOME OF THE EVENTS WE HAVE DURIED ALL YEAR.
CONTACT US THROUGH THIS GROUP. DO NOT HESITATE TO CALL US FOR YOUR
BUDGET.
Sra:Eunice dias & doña Isa oliveira.
Tel:21 992248550
Rio de Janeiro (Brasil)




NUESTRA EMPRESA SE CARACTERIZA POR LA ALTA CALIDAD DE SU SERVICIO Y POR
OFRECEROS UN EQUILIBRIO PERFECTO ENTRE CALIDAD-PRECIO.ES UNA EMPRESA
QUE OS OFRECE LA INFRAESTRUCTURA ADECUADA PARA ADAPTARSE A LO QUE SIEMPRE HABÉIS DESEADO.EN ELLA ENCONTRAREIS UN EXCELENTE TRABAJO AVALADO POR UN EQUIPO DE PROFESIONALES.                                               AHORA LES PRESENTAMOS FOTOS CON ALGUNOS DE LOS EVENTOS QUE REALIZAMOS DURANTE TODO EL AÑO .
CONTACTENOS MEDIANTE ESTE GRUPO.NO DUDE EN LLAMARNOS PARA PEDIR SU PRESUPUESTO. 

Sra: Eunice dias & doña Isa oliveira.
Tel:21 992248550
Rio de Janeiro (Brasil)















jueves, 26 de enero de 2017

Cacerola vegetariana con quinoa al estilo sureño


CACEROLA VEGETARIANA CON QUINUA AL ESTILO SUREÑO


    
 
 
TIEMPO DE PREPARACIÓN

TIEMPO TOTALsalsa de enchilada verde horneadas juntas para crear una receta vegetariana que está cubierta con queso y cebolla verde
Ingredientes
  • Spray anti-adherente PAM® Original
  • 1 lata (15 onzas) de frijoles negros Rosarita® Premium Whole Black Beans, escurridos y enjuagados
  • 1 lata (10 onzas) de tomates en cubos Ro*Tel® Original Diced Tomatoes and Green Chilies, sin escurrir
  • 1 lata (10 onzas) de salsa para enchiladas verde
  • 1 taza de quinua blanca cruda
  • 1 taza de agua
  • 1/2 cucharadita de comino
  • 3/4 de taza de mezcla de queso mexicano rallado
  • 1/4 de taza de cebolla verde en rebanadas
 
Direcciones
  1. Precaliente el horno a 400°F. Rocíe un plato para hornear de vidrio de 8x8 pulgadas con el spray de cocina. Combine los frijoles negros, los tomates, la salsa de enchilada, el quinua, el agua y el comino en un plato para hornear. Cubra todo y cocínelo en el microondas a temperatura ALTA por 5 minutos o hasta que la mezcla esté hervida.
  2. Retírelo del microondas, destape la mezcla y revuélvalo. Vuelva a cubrir el plato con papel de aluminio y hornee por 20 minutos.
  3. Revuelva la mezcla y espolvoree con el queso y la cebolla. Deje que repose por 10 minutos antes de servir.
YA LA HICE!
Comparte tu experiencia ahora
Consejos del Chef
Típicamente, el quinua se puede encontrar en la misma sección que el arroz y la pasta en el supermercado. Enjuáguelo bien antes de cocinarlo para eliminar el encubrimiento amargo natural, si no está pre-lavado

Berenjena y calabacines a la italiana


  • Spray anti-adherente PAM® Original
  • 1 berenjena pequeña, picada en trocitos de 1/2 pulgada (1 pequeña = alrededor de 3 tazas)
  • 2 calabacines (calabacitas) pequeños, picados por la mitad a lo largo y después en rebanaditas (2 pequeños = 2 tazas)
  • 1 lata (14.5 onzas) de tomates en cubos Hunt's® Diced Tomatoes, escurridos
  • 3/4 de cucharadita de sal de ajo
  • 1/4 de cucharadita de pimienta negra
  • 2 cucharadas de albahaca fresca finamente picada
  • 1/4 de taza de queso de cabra desmenuzado
Direcciones
  1. Precaliente una parrilla de gas a fuego medio-alto. Rocíe un trozo de papel de aluminio resistente de 18x18 pulgadas con el spray de cocina.
  2. Mezcle la berenjena, los calabacines (calabacitas), los tomates escurridos, la sal de ajo y la pimienta en un tazón grande. Coloque la mezcla con los vegetales en el centro del trozo de papel de aluminio. Doble dos veces los bordes inferior y superior de cada trozo de papel de aluminio, dejando espacio para que se recoja el vapor.
  3. Coloque el paquete en la rejilla y cierre la parrilla. Cocine en la parrilla durante 15 minutos o hasta que los vegetales estén tiernos. Abra el paquete con cuidado. Esparza la albahaca y el queso por encima.

miércoles, 21 de diciembre de 2016

Biografia de Ana Bolena

Ana Bolena

(Rochford Hall, 1507 - Londres, 1536). Noble inglesa, reina de Inglaterra tras casarse con Enrique VIII. El matrimonio, que apenas duró tres años, acabó con la trágica muerte de Ana a causa de los intereses dinásticos de su esposo: su boda con Enrique no consiguió satisfacer la imperiosa necesidad de proporcionar al rey un heredero varón que perpetuara la dinastía en el trono. El matrimonio provocaría, en cambio, la ruptura de la monarquía inglesa con el catolicismo romano y la fundación de la Iglesia anglicana.

Ana Bolena
Ana Bolena (o Boleyn) nació hacia 1507, con toda probabilidad en Rochford Hall, condado de Essex. Era hija de sir Thomas Boleyn, posteriormente vizconde de Rochford y conde de Wiltshire y Ormonde, y de Isabel Howard, hija del conde de Norfolk. Pertenecía, pues, a una de las familias más influyentes de la nobleza inglesa. Buena parte de su infancia transcurrió en Francia, en la refinada corte del rey Francisco I, donde recibió una esmerada educación áulica.
A su regreso a Inglaterra en 1522, ocupó el lugar que por su rango le correspondía en la corte como dama de la reina Catalina de Aragón, primera esposa de Enrique VIII e hija menor de los Reyes Católicos. Su atractivo impresionó a la corte y pronto Ana se vio rodeada de un cerco de admiradores. Entre ellos se contaban lord Henry Percy, heredero del condado de Northumberland, y el propio rey, que cubrió de títulos y posesiones al padre de Ana para tratar de obstaculizar el matrimonio de la joven con Percy. Finalmente, Enrique ordenó la intervención del cardenal Wolsey para impedir su boda.
Ana había aparecido en la corte inglesa cuando en ella se debatía el grave problema de la sucesión al trono. Catalina de Aragón había tenido dos hijos varones, que nacieron muertos, y una niña, María (la futura María I). La edad de la reina hacía prever la imposibilidad de nuevos alumbramientos con éxito. Pero Enrique VIII necesitaba a toda costa un hijo varón para dar continuidad a su dinastía, todavía no firmemente asentada en el trono inglés. El heredero se convirtió en una auténtica obsesión para el monarca, que llegaría a determinar, más que cualquier otro factor, tanto su vida privada como su política.
En 1527, cuando Catalina contaba 44 años, Enrique solicitó formalmente al papado la anulación de su matrimonio, argumentando para ello el hecho de que la reina era la viuda de su hermano Arturo, muerto cuando todavía era príncipe de Gales. Ya en este momento el monarca había comenzado una apasionada relación con Ana Bolena. Dos años después, tras un arduo tira y afloja diplomático, el papa Clemente VII se negó a conceder el divorcio, en gran medida a causa a las presiones del rey de España y emperador de Alemania, Carlos V, sobrino de Catalina de Aragón.
La negativa papal hacía imposible un matrimonio ulterior de Enrique y, por lo tanto, descartaba la posibilidad de tener herederos varones con derechos legítimos al trono, según el derecho canónico. Ello precipitó la crisis política entre Inglaterra y Roma, que culminó con la separación oficial de la Iglesia nacional inglesa de la jurisdicción papal y con la constitución de un nuevo culto, el anglicano, influido por la Reforma luterana. A pesar de que pocos años antes Enrique VIII había proclamado su adhesión inquebrantable al catolicismo, su deseo de conseguir un heredero le arrastró a romper los vínculos religiosos de su monarquía con el papado, causando una profunda conmoción en la Cristiandad, y a asumir las doctrinas más moderadas del luteranismo que él mismo había combatido tiempo atrás.
El 25 de enero de 1533, Enrique se casó secretamente con Ana Bolena, quien posiblemente estaba encinta. En abril, con la sanción de la nueva iglesia, de la que el propio rey se había erigido en cabeza, el recién nombrado arzobispo de Canterbury, Thomas Cranmer, declaró la nulidad de pleno derecho del matrimonio con Catalina de Aragón. El día de Pentecostés de ese mismo año, Ana Bolena fue solemnemente coronada en la abadía de Westminster. En septiembre, la reina dio a luz a una niña, a la que se llamó Isabel (futura Isabel I).
En los años siguientes, el rey esperó con creciente impaciencia el nacimiento de un varón, al tiempo que perdía interés por su esposa. Ésta se había ganado la hostilidad de los miembros más influyentes de la corte debido a su carácter caprichoso y arrogante, lo que la dejó sin apoyos políticos cuando su matrimonio entró en crisis. La reina intentó apartar del afecto del rey a María, hija de Catalina de Aragón, a la que prohibió relacionarse con sus parientes (incluida su madre, a la que nunca volvió a ver), despojó del título de princesa y humilló al nombrarla dama de compañía de su hija Isabel. En 1534, Ana tuvo un aborto y, en enero de 1536, dio por fin a luz a un niño que, sin embargo, murió a las pocas horas, lo que significó su definitiva caída en desgracia.
En mayo de ese año, Enrique hizo explícito su rechazo a la reina abandonándola en el transcurso de un torneo en Greenwich. La crónica galante afirma (con escasos visos de realidad) que el monarca sucumbió a un ataque de celos cuando la reina entregó su premio a uno de los caballeros concursantes. Al día siguiente, Ana fue arrestada por orden del rey y encerrada en la Torre de Londres. Los cargos contra ella consistieron en una lista de acusaciones de adulterio con cinco hombres de la corte, incluido su propio hermano, lord Rochford.
Ana fue juzgada por una corte de pares de la que formaba parte su propio padre (sir Thomas Boleyn, hecho duque de Norfolk por Enrique VIII) y unánimemente condenada. Tras permanecer diecisiete días encarcelada, murió decapitada en la Torre de Londres el 19 de mayo de 1536. Según los testimonios contemporáneos, su comportamiento fue digno y calmo incluso en el patíbulo, a fin de preservar de la cólera regia a su hija Isabel.
Nunca se ha probado documentalmente la culpabilidad de Ana Bolena en los cargos que la llevaron a la muerte. Casi con toda probabilidad, la reina fue víctima de un complot urdido para eliminarla del trono cuando quedaron en evidencia sus escasas posibilidades de tener hijos varones. El consejero del rey, Thomas Cromwell, y el deseo del rey de casarse con su nueva amante, lady Jane Seymour, intervinieron también en la caída de Ana. El 30 de mayo de 1536, Enrique VIII contrajo matrimonio con Jane Seymour, que moriría dos años después al dar a luz al príncipe Eduardo.
El divorcio de Catalina de Aragón y la consiguiente ruptura con Roma, la decapitación de Ana Bolena y los sucesivos matrimonios de Enrique VIII hasta completar el número de seis (incluido el que contrajo con la luego también decapitada Catalina Howard) no sirvieron para garantizar la continuidad de la dinastía Tudor. El hijo de Jane Seymour, que reinó con el nombre de Eduardo VI, murió siendo todavía muy joven y sin dejar herederos. Ascendió entonces al trono la hija de Catalina de Aragón, la católica María I. Su muerte sin hijos en 1558 deparó la subida al trono de Isabel I, hija de Ana Bolena.
La nueva reina condenó a la dinastía Tudor a la desaparición, al negarse obstinadamente a contraer matrimonio. Sin duda, la terrible muerte de su madre y la personalidad tiránica de su padre influyeron en la soltería de la reina, que sus contemporáneos contemplaron con estupor y todavía hoy sigue provocando asombro en los historiadores, que a menudo la atribuyen falazmente a supuestos defectos físicos que habrían impedido a Isabel relacionarse sexualmente con varones.